26 agosto, 2016

Tendencia hacia Empresas Sociales

Toda una industria ha crecido alrededor de una nueva tendencia a consumir, producir y/o invertir en empresas que se alineen con nuestros valores, una tendencia hacia industrias sostenibles, tanto en lo social, como en lo ecológico y/o económico. Hoy en día, el valor de un producto o servicio ya no es solo considerado en relación a su precio, sino en relación a las consecuencias humanas que este produce.

Actualmente vemos una revolución en creatividad hacia el emprendimiento social, tendencia que avanza por una crisis del capitalismo tradicional; un progreso global hacia políticas de desarrollo y la tendencia en los jóvenes a elegir trabajos que generen impacto social.

Según estudios recientes del Barómetro de Edelman Trust, solamente la mitad de los americanos tienen confianza en el modelo de libre mercado, a diferencia del 80% de hace tan solo 15 años. Asimismo, el Millennial Impact Report 2014 muestra que el 94% de los jóvenes americanos quieren utilizar sus habilidades a beneficio de una causa.

Uno de los hechos que marca el progreso hacia políticas de desarrollo es el acuerdo de Naciones Unidas en 2015 sobre Metas de Desarrollo Sostenible, el cual incluye 17 metas universales que guiarán políticas públicas e inversiones a nivel mundial. Esto es identificado como una oportunidad para los emprendimientos y pequeñas empresas en crecimiento, pues juegan un rol importante en el cumplimiento de estas metas al estar insertados dentro de las comunidades, cosa que es un reto para las grandes organizaciones (Aspen Network for Development Entrepreneurs (ANDE): Impact Report, 2015).

Los emprendimientos sociales están trabajando en una cercana colaboración con comunidades locales; incubadoras y aceleradoras; alianzas con entidades de gobierno; compañías y organizaciones benéficas tradicionales. Esto, más que mostrar una tendencia en los jóvenes a elegir y crear empresas con impacto social, señala un cambio fundamental en la manera cómo nuestra economía funciona.

Ante la expansión de esta tendencia, tanto empresas de larga trayectoria como nuevos emprendimientos se ven interesados en darle un giro social a su empresa, ya sea por su inclinación moral o bien por necesidad de adaptarse a la “moda”. Sea cuál sea la razón que se elija, todos ganamos!

Existe la convicción de que este tipo de modelo de negocio, que mezcla el capitalismo tradicional junto con soluciones a problemas sociales, ayudará a los países a salir de la pobreza, pues generan trabajos, estimulan el crecimiento económico a largo plazo y producen beneficios sociales y ambientales.

Esta convicción también la han ido adoptando diversos organismos internacionales, inversionistas y aceleradoras de negocios, que están virando y destinando fondos para fomentar este tipo de empresas; impulsando soluciones a problemas sociales y al mismo tiempo obteniendo retornos positivos. El capital destinado en EE.UU. hacia inversión de impacto social casi se duplicó del 2012 a USD $6.6 trillones en 2014 (Forum for Sustainable and Responsible Investment, 2015).

Según el Reporte de Impacto de ANDE, el contexto en Centro América en relación a pequeñas empresas en crecimiento e impacto social durante la última década es el siguiente:

Guatemala y Costa Rica tienen la mayor densidad de actores en la región, principalmente servicios en desarrollo de capacidades.
Han surgido 12 vehículos para inversión, (60% enfocados en agricultura, energía y salud).
USD $83 millones recaudados para capital de riesgo.
USD $363 millones de fondos donados destinados hacia el desarrollo de pequeñas y medianas empresas y USD $400 millones por parte de Estados Unidos destinados a la competitividad y reducción de la pobreza en 2015.

Para los que identifican esta tendencia hacia las empresas sociales y deciden seguirla, al crear este tipo de empresa “híbrida” o darle un giro social a una empresa ya establecida generalmente surgen las siguientes interrogantes:

¿Qué estructura legal me permite integrar en mi empresa el objetivo social y la obtención de retornos positivos? ¿Qué diferencia hay entre una ONG, una Asociación y una Fundación?
¿Cómo mido el impacto social de mi empresa?

Ante esto, la firma Alegalis nos aclara y recomienda algunos aspectos a tomar cuenta para crear una empresa con enfoque social y Pomona Impact nos recomienda algunas herramientas sobre métricas de impacto.

Ver: Empresas Híbridas: Estructuras que hacen posible una Empresa Social

Ver: Medición de Impacto Social: ¿Qué medir (o no) y Por Qué?